martes, 24 de julio de 2018

3 Razones por las que jamás deberíamos cubrir con papel higiénico la taza del inodoro en los baños públicos..

Cuando nos encontramos en un lugar público y necesitamos ir al baño, nos encontramos con un dilema. Los baños públicos suelen ser bastante desastrosos. Encontrarse el suelo sucio, el asiento salpicado o el inodoro estropeado nunca es agradable, pero en estos casos no suele quedarnos otra opción.



¿Qué sueles hacer cuando te encuentras en una situación así? ¿Eres de los que se mantiene con las piernas en el aire sin rozar ninguna parte del inodoro, de los que usa fundas protectoras o de los que construyes una barrera de papel higiénico para poder sentarte? Si eres de los últimos, deberías parar.

La gente piensa que los inodoros están cubiertos de bacterias pero los asientos están diseñados para evitarlas. Su curva y su superficie lisa impiden que las bacterias se peguen, siendo bastante seguros para sentarse. Si el inodoro público está seco, no puedes contraer una infección ya que los gérmenes no pueden multiplicarse en la piel.

Sin embargo, al tirar de la cisterna los gérmenes se diseminan por todo el baño y por desgracia, la superficie del papel higiénico es perfecta para recolectar bacterias. Al usarlo para limpiarnos la cara, las manos o sonarnos la nariz conseguimos que sea muy fácil que esos gérmenes desagradables entren en nuestro cuerpo.

Sin embargo, los secadores de mano también transmiten muchas bacterias por el flujo del aire así que secarnos las manos con papel es en realidad la opción más beneficiosa.

Después de saber todo esto, ¿qué deberíamos hacer al usar un baño público? Lo primero de todo, no hagas una barrera de papel. Podrías estar aún más cerca de los gérmenes. Además, tienes que intentar cerrar la tapa antes de tirar de la cisterna para que las bacterias no se expandan y llevar tus propias toallitas húmedas o desinfectantes para que no captures bacterias dañinas.


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