Puntualmente, en términos de belleza, esta cáscara funciona como un excelente exfoliante para la piel. Sirve como mascarilla facial, pero también para tratar cualquier tipo de irritación
PARA USAR SOLO SIGUE ESTOS PASOS
Escoge todas las cáscaras de huevo que hayas acumulado, lávalas bien y elimina la clara, pero sin llegar a quitar la membrana, ya que contiene otros nutrientes adicionales.
Pon la cáscara con cuidado en una olla y coloca unas tazas de agua hasta que todo quede bien sumergido.
Lleva a punto de ebullición esta mezcla y cocina durante unos 10 minutos. Esto matará cualquier bacteria o agente patógeno.
Pon las cáscaras hervidas a secar sobre una toalla al aire libre. Cuida que no se paren moscas, mosquitos ni algún otro tipo de animal.
Cuando estén un poco secas, colócalas en una bandeja y llévalas al horno durante unos 10 o 15 minutos. El proceso podría durar más tiempo, dependerá de que tan mojadas están.
Luego que estén bien secas, procede a triturar o machacar las cáscaras de huevo hasta que queden como un polvo fino. de ser necesario utiliza la licuadora o cualquier otro tipo de triturador.
Conserva el polvo de cáscaras de huevo en un recipiente o frasco de vidrio bien cubierto.
Cuando vayas a utilizarla, diluye dos cucharadas del polvo en un poco de clara de huevo y aplica sobre el rostro. Deja secar por diez minutos y luego retira; esto le dará brillo al rostro.
También puedes mezclar dos cucharadas de esta cáscara en polvo con vinagre de manzana y aplicar en la zona que esté irritada para que el malestar ceda.
Recuerde que los productos naturales suelen no tener contraindicaciones, sin embargo, si observa alguna reacción alérgica o no esperada en su piel, suspenda inmediatamente el uso de este remedio casero y consulte con un especialista
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