domingo, 1 de julio de 2018

Esto es lo que le pasa a tu cerebro cuando revisas tu celular antes de dormir...

Hoy en día muchas personas son amantes de la tecnología pero han llegan a grados
extremos, utilizando sus móviles por horas y horas.
Incluso a veces se quedan dormidas con el celular en la mano con sus aplicaciones
abiertas.



El reconocido doctor en Psiquiatría, Dan Siegel explica los efectos negativos al mirar
una pantalla con tanta luz y brillo de tan cerca como son los móviles antes de dormir:
provoca insomnio, mantienen despierto al cerebro, expones a los ojos a una lluvia de
fotones (luces), dificulta la memoria, genera perdida de habilidad para resolver
problemas, aumentas de peso y es tóxico para las conexiones de las células.

El impacto de observar la luz artificial de las pantallas antes de dormir en nuestra
mente y cuerpo resulta perjudicial, ya que los fotones de estos objetos le dicen a tu
cerebro que básicamente no es momento de dormir y no segregas la melatonina que te
induce al sueño.

El efecto negativo resulta en el transtorno del proceso de descanso de las neuronas y
la depuración de tóxinas de las celulas gliales que sirven de soporte durante las horas
de sueño.
Algunas personas necesitan un poco menos de horas de descanso por condición
genética, pero el adulto promedio necesita de unas 7 a 9 horas de sueño corrido.

Las consecuencias se traduces en problemas de concentración, atención y resolución
de problemas, problemas de memoria, problemas de metabolismo, y como si fuese poco
genera un estado de toxicidad para las conexiones de tu cerebro.
Se trata de un problema serio al que debemos poner atención.

Así que si quieres mi consejo, es mejor que no levantes ese teléfono de la mesita de noche
una vez que te hayas acostado en tu cama.

¿Cómo y dónde dejar el móvil al dormir?

Hay dos maneras: la primera es apagarlo y dejarlo en el lugar de siempre
(en la mesilla de noche), siempre teniendo en cuenta que el despertador esté programado
igualmente.

La segunda es dejarlo encendido pero dejándolo en una habitación lejana, como puede
ser la cocina o la sala.
Esta alternativa es menos recomendable.
Y si no te sientes a gusto apagando el móvil por las dudas de que quieran comunicarse
contigo en la madrugada ante una emergencia, puedes al menos apagar la conexión a
Internet o el WiFi, que es más peligroso que las radiofrecuencias por dejarlo encendido.

Los expertos indican que por lo menos el móvil debe estar a un metro de nuestro cuerpo
mientras dormimos.
Lo podemos dejar, por ejemplo, encima del sofá o de una silla.

Otros hábitos “más saludables” al momento de usar el teléfono móvil Preferir las
llamadas cortas y si se extienden demasiado, cambiar de oreja cada algunos minutos.
En lo posible, realizar llamadas con el sistema “manos libres” para no tenerlo apoyado
sobre la cabeza.

*Evitar que los niños usen el móvil, ni siquiera como un juguete.

*No hablar con el smartphone en un área de poca señal de recepción, ya que el aparato
tendrá que emitir radiofrecuencias más potentes.

*No llevar el móvil en el cuerpo (sobre todo para los hombres que lo colocan en el
bolsillo del pantalón) ni en contacto con la piel.

*Alejarlo aunque sea medio metro en nuestro escritorio o de una mesa.
Es necesario entonces que dejemos al móvil que descanse un poco y nosotros
descansar de él.

*Durante la noche, debemos dedicarnos a dormir y a reposar, para recargar las baterías
que hemos gastado todo el día.
El teléfono, mejor que quede apagado hasta que nos levantamos
(si no podemos aguantar la tentación) o a partir de que salimos de casa para
el trabajo.

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