Los médicos recomiendan beber como mínimo 8 vasos de agua diario, pero, si ingieres más de este límite no tiene nada de malo, de hecho, es más eficaz para tu cuerpo y para evitar padecimientos motivados a la acumulación de toxinas. El agua te hidrata, purifica cuerpo y alma y te mantiene relajado, ya sea consumiéndola o bañándote con ella. Por tales motivos, es necesario consumir mucha agua durante el día. Presta atención y emplea los siguientes métodos que te brindaremos.
Deshidratación nocturna:
Cuando dormimos, el cuerpo suda y desecha miles de toxinas, pero además, también se deshace de una buena cantidad de agua que el mismo necesita. Beber agua antes de acostarte y luego al momento de levantarte evitará la deshidratación corporal, además tendrás mucha energía durante el día y te podrás olvidar de dolencias, cansancio y cualquier malestar que perjudique a tu organismo.
Sobrepeso:
Seguramente si has ido con un nutricionista, éste te habrá mencionado que antes y después de cada comida debes consumir aunque sea un vaso con agua, pues el motivo es que el agua le brinda saciedad al estómago, al sentirse saciado se evita picar entre comidas o comer de más.
Metabolismo lento:
Como se mencionó anteriormente, el agua sacia al estómago, por este motivo el metabolismo y la digestión se aceleran y promueven la pérdida de peso. Indirectamente el consumo de agua en ayunas también mantiene de manera estable a la glándula de la tiroides, quién es la encargada de regular el metabolismo.
Sistema inmunológico débil:
Cuándo el sistema inmune esta débil, las bacterias entran libremente al cuerpo y ocasionan múltiples enfermedades, pero al consumir agua en ayunas, el cuerpo se revitaliza y se fortifica, combatiendo todo tipo de anomalías.
Acumulacion de toxinas:
Durante la noche el cuerpo cubre un proceso de desintoxicación y, cuando se bebe agua en ayunas, se promueve la depuración de las mismas mediante las evacuaciones urinarias.
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